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El crecimiento de las empresas no sólo necesita de colaboradores competentes que cuenten con los conocimientos fundamentales para procurar cada una de sus áreas, si bien este es un aspecto de suma importancia para que una compañía crezca correctamente, también es cierto que requerirá del empleo de diversas técnicas, como la psicología positiva, para procurar el bienestar de todos aquellos que día con día dan lo mejor de sí para alcanzar las metas planeadas como colectivo.
En la medida que las compañías reconozcan el valor de sus trabajadores y todo aquello que estos aportan, también buscarán los medios para conservar a estos elementos dentro de su organigrama. Por ello, es que en la actualidad se ha tomado como herramienta estratégica a la psicología positiva, la cual es una rama de la psicología que se centra en el desarrollo de las fortalezas personales para alcanzar el éxito tan deseado por todas las marcas, sin importar su tamaño.
Para hablar de esta variante de la psicología, primero deberemos comentar un poco las diferencias que radican entre esta primera y el punto focal de este artículo. Por un lado, la psicología tradicional tiene por objetivo principal ayudar a las personas partiendo de aquellos rasgos negativos que afectan de manera particular a sus vidas. En sentido contrario a esta concepción, la psicología positiva se concentra, principalmente, en potenciar los rasgos positivos del interesado, con la única finalidad de brindarle las herramientas necesarias para disfrutar una mejor calidad de vida.
Un aspecto que no puede pasar desapercibido para el líder de una empresa o para el responsable del área de Recursos Humanos es conocer las necesidades propias de los activos y el papel tan importante que juegan las emociones para poder cumplir, de manera adecuada, con las tareas asignadas.
Cabe destacar que esta variante surgió a finales de la década de los noventa, gracias al trabajo del reconocido psicólogo Martin Selgman, quien destacó la importancia de la salud emocional, enfatizando que gozar de ella no significa, de ninguna manera, la ausencia de enfermedad o dolor de cualquier índole, sino la posibilidad de conseguir metas personales o profesionales por medio de sentimientos positivos centrados en las mejores cualidades del individuo.
Al ser una disciplina de la propia psicología será necesaria considerar contratar, de manera temporal, a un especialista en esta área que ayuda a elaborar un modelo de gestión que incorpore mejoras en los equipos de trabajo, tomando como base las fortalezas y debilidades que se tienen como individuos y como miembros de un colectivo.
El profesional de la materia se enfocará en estudiar los factores que influyen de manera directa en la productividad y felicidad de los colaboradores; paso seguido, buscará potenciar los elementos positivos por medio de incentivos monetarios, como regalos corporativos o incentivos no monetarios, como el reconocimiento público, para estimular el estado anímico de cada uno de los colaboradores que ahora ya son considerados como parte esencial de la cultura organizacional de la empresa.
Asimismo, se puede considerar el empleo de talleres o charlas motivacionales que ayuden a comprender la importancia de resaltar las características positivas que nos distinguen los unos de los otros. Ahora también es posible contratar los servicios de coaching de diversos tipos, como coaching de vida o mindfulness para lograr focalizar la atención en los aspectos que interesan a esta disciplina.
Ya mencionamos el aumento de productividad y desempeño de los trabajadores, pero estos no son los únicos beneficios que se consiguen gracias a esta estrategia de trabajo. A continuación, se enlistarán algunos puntos que harán más atractivo el empleo de la psicología positiva.
Si buscas mejorar el clima organizacional de tu empresa, potenciar la satisfacción del personal y aumentar la productividad, la psicología positiva será un aliado imperdible para librar cada obstáculo de manera positiva, efectiva y eficaz.